lunes, 21 de febrero de 2011

Circos; La triste cara del circo


Un circo es un espectáculo artístico, en donde participan humanos y animales, haciendo acrobacias, bailes y comedia.  Son espectáculos generalmente itinerante, es decir, que se va moviendo de lleno y con toda su estructura por diversos pueblos.
Pero, se han preguntado ¿Cómo es la vida detrás del circo?, ¿Cómo entrena a los animales y qué clase de cuidados reciben?


Sin duda los circos son una de las mayores fuentes de atracción para los niños, ellos se divierten, ríen y aplauden. Pero hay que reflexionar.
Sin duda gracias a los animales los dueños de estos circos  logran reunir una considerable suma económica, pero no precisamente por la belleza de estos animales si no por las acrobacias que estos hacen forzados
Casos de animales que son mutilados para ser sacados sin despertar sospechas, animales en guacales que son de la mitad de su tamaño, animales en desatención y enfermos; además, de constantes agresiones con varillas y bastones de madera para que aprendan trucos es el panorama al que se enfrentan los animales de circos en el mundo.
Según la reciente investigación de Animal Defenders International (ADI), realizada entre 2003 y 2007, “en el cien por ciento de los circos con animales, hay maltrato”. Desde la época romana el circo es un espectáculo, donde niños y adultos se contagian con la magia hombres y mujeres que muestran sus destrezas más increíbles.

Sin embargo, muchos creen que esas habilidades humanas no son suficientes y exhiben animales de todas las especies.

Hoy en día, en muchos circos, la destreza de esos hombres y mujeres consiste en degradar a los animales para sentirse dominantes ante el público. La magia se ha reducido a la tristeza de los mamíferos y aves que dan espectáculos para luchar por su vida y por comida


Este es un cruel modo de vida, caracterizado por el aislamiento, el castigo, el miedo y el cautiverio y no es de extrañar que un elefante viva más de 70 años en su medio natural pero solo alcance los 14 o 15 años en cautividad.
Este hecho se repite en todos los animales tan miserablemente utilizados y explica porque estas hermosas criaturas nacidas libres: tigres, leones, cebras, osos, elefantes, etc .. mantenidos en estas condiciones cada día de su dantesca existencia se vuelven literalmente locos. Separados de sus congéneres, encerrados y amarrados, sometidos a privaciones y frustrados sus instintos naturales, suelen desarrollar conductas neuróticas como movimientos repetitivos e incesantes consistentes en oscilaciones, vueltas, agitación y mordisqueo de los barrotes de sus jaulas, etc., que también se pueden convertir en conductas inesperadamente agresivas.
Existe aquí una combinación de castigo y recompensa, con mayor proporción de castigo ya que muy pocos ejercicios y trucos están basados en comportamientos naturales. Entre los métodos de "persuasión", se siguen encontrando varas, estacas con pinchos, látigos y también sistemas más modernos como los electroshocks de bolsillo con descarga de poco voltaje, todos ellos por supuesto oculto a la vista del espectador.
Rainiero Garibaldi, dueño de un circo llamado ecológico porque no "usa" animales explica: "En algunos casos he colaborado con domadores y adiestradores y he comprobado los métodos de aprendizaje impuestos a los animales. Los buenos resultados se obtienen en gran parte gracias a la violencia ... He sido testigo de verdaderas masacres de animales y he comprobado las condiciones en las que viven".


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